Técnicamente hablando, el color es el resultado de nuestra percepción de distintas longitudes de onda, reflejadas por aquello que se encuentra iluminado en nuestro entorno. La capacidad del ojo humano, porque es limitada, nos permite ver sólo ciertas longitudes de onda, que corresponden a los distintos colores. Además, sólo percibimos el color cuando hay abundante iluminación; con poca luz, prácticamente sólo vemos tonalidades grises.
Resulta evidente que el color es uno de los grandes elementos identificadores de una marca corporativa. A mayor unicidad de éste, mayor capacidad de diferenciación confiere a la identidad.
Sin embargo, las fuentes generadoras de luz influyen determinantemente en cómo los percibimos, desde los iluminados por la luz solar natural, hasta la retroiluminación de las pantallas y monitores, pasando por las distintas fuentes de luz artificial.
El despliegue de la identidad y sus tonos codificantes a través de numerosas técnicas de pigmentación y de sustratos, dificulta que el color se reproduzca consistentemente a través de aplicaciones y piezas de comunicación. La mejor manera de controlar la consistencia del color en una identidad es a través de la experimentación y del aprendizaje: la prueba y el error. Las posibilidades de combinación de colores son casi infinitas, de modo que únicamente hasta que ciertas combinaciones se ponen en práctica no revelan, ni sus particularidades, ni su belleza.
En términos generales, solemos aconsejar un riguroso proceso de selección de proveedores cualificados, un intenso trabajo de colaboración con éstos y una paciente fase de testeo para entender los límites de las técnicas de reproducción, bajo distintas condiciones de iluminación.
Dados estos cambios –naturales y artificiales– en la percepción del color, proponemos trazar un camino que ilumine la construcción de la marca. Habrá que tener, por un lado, los ojos puestos en el mensaje de los colores; por otro, una visión crítica sobre los métodos para reproducirlo; y finalmente, una mirada flexible que refleje el espectro completo de su potencial.